Otro de esos bonitos juegos con monedas...
Supongamos que somos jugadores perfectos, que tenemos una mesa perfecta (y común) y que tenemos suficientes monedas perfectas como para cubrir completamente la superficie de la mesa. El juego consiste en que cada uno de los jugadores va poniendo una moneda por turno sobre la superficie de la mesa. Pierde el juego aquel jugador que no pueda poner su moneda en su turno, por haberse agotado el espacio disponible.
En estas condiciones, ¿qué jugador ganará siempre la partida, y cómo hará para lograrlo?
Si queréis practicar el juego siempre podéis optar por jugar con CDs y mesas pequeñas, je, je; más que nada por abreviar...